La energía eólica es otra energía regalada por parte de la naturaleza. Al igual que la energía solar y hidráulica esta tecnología ofrece la posibilidad no solo de ahorrar dinero, sino de lograr autarcía frente al suministro de la electricidad vía la red eléctrica externa.
Instalar “molinos” eólicos es especialmente recomendable en zonas muy nublados y/o en latitudes extremas donde las horas de luz en el invierno son pocas, dado que aquí un sistema fotovoltaico es menos eficiente. Una ventaja frente a la fotovoltaica es que generan electricidad incluso en la noche, mientras haya viento. No obstante, hay que tomar en cuenta que los “molinos” al moverse físicamente requieren de lubricación y mantención dado que materiales se desgastan. Otra desventaja es que producen un suave sonido y una sombra de las hojas rotando.
Por lo expuesto casi no son recomendables. La tecnología fotovoltaica es de favorecer por ser más robustecida, aunque en zonas de latitudes extremas como el sur de Chile es menos eficiente que en zonas geográficas más horas de sol y menos nublados. La menor eficiencia se puede compensar por una mayor cantidad de paneles. También es posible es una combinación entre paneles fotovoltaicos y un sistema eólico.
