Misión

La misión de Naturhaus® es hacer casas (y así vidas) más sanas. Según nuestra filosofía muchas (o incluso quizá todas) enfermedades crónicas-degenerativas se producen por intoxicación. Nos intoxicamos poco a poco diariamente hasta que nuestro cuerpo en algún momento ya no logrará asimilar los tóxicos y es ahí que nos enfermamos.

No nos intoxicamos solamente a través de un estilo de vida y una alimentación desnaturalizada, lleno de pesticidas, hormonas, colorantes, conservante, potenciadores sintéticos de sabores, metales pesados, etc., sino también vivimos en ambientes tóxicos donde nos rodean cada vez más materiales y artefactos innaturales, como por ejemplo alfombras sintéticas que se cargan estáticamente y ionizan el aire (se siente el aire pesado, la habitación requiere ventilación constante), además de que nos aíslan de la tierra haciendo imposible el “earthing” y son hábitat para microbios que en la naturaleza no rodean el ser humano causando así alergias en muchas personas. Otros materiales evaporan vinilos u otros químicos, son radioactivos, etc. Es decir, también nuestras casas provocan que nos enfermamos. Todo esto se puede evitar usando materiales de construcción naturales.

Pero no es solamente que los materiales de construcción de nuestras casas mismas a menudo son innaturales y, por ende, tóxicas, sino se hace cada vez más evidente que la causa de muchas malestares y enfermedades crónicas-degenerativas es la contaminación electromagnética (CEM) o “electro polución”: campos eléctricos y magnéticos de baja frecuencia, así como campos electromagnéticos de alta frecuencia (también llamadas radiofrecuencias, radiación electromagnética, radiación no ionizante, microondas u ondas milimétricas). La CEM por una parte nosotros mismos la producimos, por ejemplo, por una inadecuada red eléctrica, celulares, wifi, bluetooth. Pero la CEM también nos alcanza desde afuera, por ejemplo, de transformadores, torres de antenas de celulares o de la radiotransmisión, a menudo las antenas emisoras incluso están montadas encima o en cercanía de nuestras casas.

La CEM es un tema de creciente importancia en cuanto aumentan los “cócteles” de frecuencias que nos rodean. No solo están aumentando exponencialmente las fuentes emisoras de radiofrecuencias, sino que además las frecuencias que se usan son cada vez más altas, más energéticas, más innaturales y en consecuencia más dañinas y irritantes para las células de nuestro cuerpo (y el de los animales e insectos como las abejas), especialmente para el sistema nervioso vegetativo. Para dar una idea de lo peligrosos que son las radiofrecuencias basta con recordar que está ya planificada que en algún momento la «quinta generación» (5G) usará frecuencias de hasta 100 GHz (Gigahercios), es decir, estamos acercándonos cada vez más a los rayos x (vea diagrama a la izquierda), y nadie duda que éstos son dañinos incluso en una dosis pequeña que se genera por una exposición que dura solo unos segundos.