Energía regalada

La naturaleza nos regala energía en distintas formas: energía solar, energía eólica y energía hidráulica. Esta energía no solamente es libremente accesible, sino también limpia, dado que no requiere quemar combustibles fósiles. No se produce humo, no se gasta oxígeno y no se emite CO2.

A pesar de que la energía es regalada, hacerse uso de esta energía requiere una inversión inicial para instalar los equipos y aparatos con los que se puede captar esa energía, por ejemplo, módulos fotovoltaicos, batería, regulador de carga, inversor, etc. Así que no es energía por todo gratis, sin embargo, a largo plazo se puede ahorrar dinero, porque luego de la inversión inicial no suelen haber mayores costos. Al aprovechar estas energías regaladas aportamos al bien común —uno podría decir al amor al prójimo— dado que contribuimos a que el medio ambiente sea más limpio y sano y nuestro estilo de vida más sostenible.

Un diseño energético inteligente de la casa también puede apoyar sustancialmente a la mejora de la eficiencia energética de la casa. Y aquí no solamente nos referimos a un buen aislamiento térmico, sino a un diseño arquitectónico que permita al máximo aprovechar la luz del día (la energía solar) para calentar la casa, así como la distribución eficiente del calor que se genera por una calefacción. Es decir, el diseño de la casa puede fomentar el aprovechamiento de la energía libre y limpia y el no desperdiciar energía que se requiere para calefacción.